lunes, 13 de septiembre de 2010

Todo está corrupto.

Hablemos de parásitos sociales.

Llevo tiempo pensando que mi generación es la última que salió del horno completamente hecha y que desde entonces, sólo se han hecho horneadas catastróficas. Desde hace un par de días, he cambiado de opinión. Desde la mía, ya esta todo jodido, o al menos una parte.

El salir con los amigos se ha convertido en una destrucción a paso lento de la personalidad de la persona, permitiéndose el lujo de mofarse de aquellos "desgraciados" que no son como ellos. Sin saber que en realidad ellos son los desgraciados. Han tenido una vida llena de amigos que se han pegado a ellos como lapas para dar sentido a su existencia sin mirar si eran o no buenos amigos. Que se han reído de ellos hasta la saciedad, sin saber que no es que no sean graciosos, es que sólo son patéticos. Toda una vida desdeñados, mofados por atraer la atención de aquellos que les cree superiores.

Y no, la verdad que estoy equivocada: el salir con los amigos no puede destruir la personalidad, sobre todo si ésta no existe. He aquí una buena noticia para todas estas personas: habrá un día que la botella de J&B se acepte como nuevo amigo y no como una ayuda a ser la persona desgraciada que crees que a los demás les gusta y por el cual eres aceptado en su grupo. Pero, desgraciadamente para ti, eso sólo te convierte en un payaso.

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