jueves, 24 de febrero de 2011

El tiempo, siempre jodiendo

Hoy haciendo el libro de inglés del Wall Street Institute de la Universidad (perdón! copiando desde la solución de atrás del todo) he leído una frase: We could do with some time to think about this (tradución literal: Necesitamos tiempo para pensar sobre esto).

Y me he puesto a pensar cuando, en las relaciones, hace falta tiempo. Ya sabéis, Necesito tiempo para pensar o Necesito que me des tiempo o Loquesea.

Odio esa frase, casi tanto o más como la de Necesitamos hablar. Me parece ya una sentencia de muerte a la relación. Y ojo, me odio a mi misma por haber tenido que utilizar esa frase alguna vez; aparte de sentirme mal por ello.

No creo en las frases reclamatorias de tiempo. ¿Por qué? En las relaciones, el otro día dije que hace falta ser valiente y seguro de ti mismo y el por qué de ello (aparte de ser totalmente lógico) es por las situaciones a las que os refiero. Ya sea por falta de confianza en uno mismo o por dejadez, terminamos pediendo tiempo o que nos pidan tiempo. Y no me interpretéis mal, hay veces que se puede necesitar tiempo para pensar, pero no para pensar si te quiero o si te echo de menos. No, para eso, para ninguna de esas cosas necesitas tiempo. O lo sabes o no. Blanco o negro. Y la mayoría de las veces, las excusas para pedir tiempo son esas.

Tampoco creo mucho en la gente que pide tiempo porque se enfada con la pareja, entra dentro del grupo de orgullosos. Tienes derecho a enfadarte, a hablar las cosas, a pedir tiempo porque estas enfadado pero vamos, admítelo, siendo orgulloso nunca, nunca vas a saber perdonar.

Luego están los que creen que su pareja tiene la culpa de todo.

Y un largo etcétera. Y todo amor y toda amistad algo tienen en común.

martes, 22 de febrero de 2011

50 segundos

Silencio.
Lo único que quiero al fin del día.
Pero también es cuando me oigo por dentro y me entran temores. Temores de no ser tan fuerte como me creo, ni de poder querer tanto como proclamo.
El vivir tantos hechos malos o los daños que te infligen o te inflijas, poco a poco va minando tu espíritu. ¿O no? Quisiera volver a creer que hay cosas bonitas duraderas y por las que merece la pena seguir aparte de las dos o tres razones que se me ocurren. Los atardeceres son bonitos pero el auge dura, ¿cuánto? ¿50 segundos?
No es tan fácil querer, requiere de personas valientes y seguras de sí misma, y esas cualidades son algunas de las que dudo de mí misma muchas veces.

Aún así, sigo prefiriendo el silencio.

jueves, 17 de febrero de 2011

"Algo"

Me falta algo.

No me llaméis egoista, porque no puedo remediarlo.

Es un algo que parece que me falta por decir, por sentir o por hacer.

Echo de menos algo y hay un algo que me tiene inquieta.

Como puños

No sé si tener memoria selectiva o el hecho de olvidarme de algunas cosas que me han molestado de ciertas personas es una virtud o un defecto enorme.
Igual es que soy el aceite que no se mezcla con el agua, siendo este último los malos rollos. Porque no me gustan y porque no tengo la necesidad imperiosa de buscar el enfrentamiento; pero hay veces que ciertos comentarios, faltas de respeto y el incumplimiento de palabra son tan numerosos que hasta mi memoria decide empezar a recordar.
No es personal, es más que nada, un mecanismo de autodefensa. Porque creo de verdad que estoy acostumbrada a recibir y a callar demasiado.

martes, 15 de febrero de 2011

Hechos

Soy capaz de sonreír mucho más de lo que pensaba.
Soy la hermana mayor, aunque el libro de familia diga que soy la pequeña.
El haberme ido hoy antes de la universidad y no estar 12 horas fuera de casa, me ha descubierto la dimensión de lo mortales que son mis martes.
Las semanas son largas y los fin de semana, muy cortos.

Cosas que comprar:
  • Modificador del tiempo. Creo que en Harry Potter tenían uno, suelen tener las cosas más molonas y que más te gustarían tener del mundo.
  • Tiempo, en cantidades industriales.

lunes, 14 de febrero de 2011

Un día como otro cualquiera... ?

¡Feliz San Valentín!

Pero un consejo a los que estáis solteros: le coges tanto asco a este día que, el día que tienes a alguien, te sigue dando igual. La única diferencia es que tienes alguien en quien pensar y que sabes que esa persona piensa en ti.
Por el resto, nada es especial: te despiertas, vas a clase y vuelves a casa.

Cosas que pasan, ya sabes, es Lunes.



San Valentín es una excusa y yo no necesito ninguna.

domingo, 13 de febrero de 2011

Velada

Creo que voy a quedarme en descubierto.
No son sólo las ganas. Ni cerrar los ojos sabiendo que otros me siguen mirando. De saber perfectamente cuándo llegan otros labios o cuando llega la ola que me lleva lejos y que me me hace olvidar quién soy.
Tampoco son las heridas.
No.
Me quedo en descubierto, sí...
Es el espejo, que cada vez me recuerda más a ti porque he decidido mirarme por cómo lo hacen los tuyos.
Y que mis sábanas, pijamas y mi piel huelen mal, porque no lo hacen a ti.
Que la intimidad y tú sois algo que sólo quiero para mí.

sábado, 12 de febrero de 2011

Días


De cumplir tres preciosos años.
De escuchar dos horas de Frank Sinatra.
De recordar una frase: "Never is enough" y no poder estar más de acuerdo con ella.

jueves, 3 de febrero de 2011

Será que estoy en mis días sensibles, pero oigo esta canción y sólo me la imagino bailándola despacio debajo de un cielo estrellado como el de esta noche.

http://www.youtube.com/watch?v=mh8MIp2FOhc


Llámame ñoña.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Hoy he descubierto que soy yo a quien le da miedo tirarse a la piscina.

martes, 1 de febrero de 2011

"Mal" día

8.15 de la mañana. Abro un ojo frío, muy frío. La ducha muy rápida. Empieza un inusual cuidado de cara y piel: primero, limpieza facial con un jabón especial, para terminar con un aceite facial hecho de aceite de Oliva. Piel suave, conseguido. Vaselina pura para las manos (este frío me las tiene fatal) y aceite corporal también de Oliva; ya que he oído que ducharse todos los días es malo, que sí me lo temía, pero ya es oficial. Así que toca hidratarse. Pelo lavado.
9.19 de la mañana. Bien, me siento orgullosa.
9.30... o 35, más bien. Salgo de casa.
Cuatro horas de clase más bien seguidas y tres horas libres de compras varias. Café Latte y Capuccino Moka. Bajón anímico y espiritual por razones académicas, me siento inútil y tonta.
Otras tres horas más viendo a la misma persona que a las 10 y media de la mañana. Le voy a acabar viendo más que a mi propio padre.
8.10 pm, salgo corriendo de la universidad. Pero corriendo.
9.10 pm, llego de mala ostia. Me sobran hasta los pendientes, echo fuego a todas direcciones.

Llegar al sillón, darla un beso a mi sobrina dormida y que se despierte, me mire y me diga: "Laubla... Te quero mucho".

...

Por algo digo que la necesito casi para vivir.