lunes, 20 de junio de 2011

Gracias

Muchas veces soy de fácil lágrima y la mayoría de esas veces no lo puedo evitar aunque prefiero llorar a solas.
Todos lloramos por muchas razones, familiares que se van, amigos que se van de viaje y no los vas a ver en mucho tiempo, cuando alguien que quieres te hace daño, he llorado por aprobar parciales y por aprobar asignaturas. Lloro cuando alguien cercano llora y cuando alguien importante llora de felicidad. Yo también he llorado de felicidad. Pero nunca por amor, hasta ayer.

jueves, 9 de junio de 2011

Un adiós en la distancia muy doloroso

Él y ella son dos jóvenes enamorados, demasiado adelantados para la época de miseria que vive España, y más particularmente Toledo. Él se tiene que ir fuera de España, buscando un futuro mejor para su ahora mujer (ella) y sus hijos, que por aquél entonces eran 4 pequeños y otro viniendo. Éste último nacería ya en el nuevo destino que les deparó el futuro.
Él era un profesional de la damasquinado y empezó a trabajar en ello para una empresa recién implantada en el lugar de destino, un tal DisneyWorld (años 70). Cuando él pudo ganar el suficiente dinero para poder traerse a su mujer y sus niños, se instalaron en una casa, en la calle Turkey Lake Rd. Los principios fueron duros, los niños pequeños y un sólo sueldo en la casa, pero afortunadamente pudieron seguir adelante. Su quinto hijo nació, sus hijos se hicieron mayores, encontraron sus trabajos en el país de las oportunidades y se enamoraron.
Sus hijos piensan que él y ella son el sostén de su familia, pero en realidad son los hijos los que llevan el peso. Siempre se han sentido en deuda con él y con ella, por sacarlos adelante.
Unos crecieron, llegaron nietos y otros envejecieron juntos. Nunca dejaron de quererse desde que tuvieron apenas 18 años.
Un día él dejó de trabajar porque ya tenía edad y se lo merecía, hacía 20 años que había llegado a ese país buscando una salida para su trabajo y para su familia; pero suspiraba por España. Cada vez que visitaba a su familia en Toledo, besaba cada piedra que pisaba. Iba a volver pronto, muy pronto... Estaba deseándolo, ya que hacía 2 años que no lo hacía.

Hoy, a falta de 3 meses y medio de volver a su tierra, él ha muerto. Se ha dormido para siempre soñando con su Toledo. Ella ahora estará sola para siempre pero con una fuerza de 5, pero pese a eso, sola. Ya que sin él, ella sólo es la mitad...

Ella es mi tía. Y él, era mi tío.

Te quiero tío, te quiero.

miércoles, 1 de junio de 2011

¡Menudo mundo!

Esta semana leí una noticia impactante, histórica y vergonzosa. Seguro que la habréis leído, habla que se ha descubierto una cura contra el cáncer que no se va a comercializar por no ser rentable (no existe patente de este medicamento y yo me pregunto: ¿qué les impide? Ganan muchísimo más dinero con otras enfermedades sin cura).

El tío materno de mi madre está en cuidados paliativos ahora mismo, quedándole horas para morirse entre otras muchas razones (dejadez, etc), el cáncer. Y os diré algo, todas aquellas personas que han decidido no comercializar dicha cura les desearía que alguien de su familia tuviera cáncer a ver qué tal y entonces decidirán, por fin, comercializarla. No deseo el mal a nadie y menos hablando de estas cosas, porque me parece fuerte desearle ese destino a alguien. Pero no es moco de pavo, ya que se le atribuye 7,6 millones de defunciones en todo el mundo.

¿Pero qué más dará? Sigámonos haciéndonos ricos, ¿no? Yo cada vez conozco a más personas con cáncer y ellos tienen cada vez más dinero, ¡es directamente proporcional!