martes, 18 de enero de 2011

Hoy, fibra óptica.



Hoy, en mis 3 horas de clase de Comunicaciones Ópticas. O lo que es lo mismo, 3 horas de flipar con los conocimientos de un tal Carlos Blanco; también conocido por muchos de vosotros, por aquello que mi objetivo en la vida a medio plazo es que me diga de su boca: "Laura Villaverde pasa" en un parcial y dejar de aprobar por exámenes finales y, por otro lado, muy, muy estresantes. Y no sabéis hasta qué punto.

Al final de la clase, siempre leemos noticias. Que aunque os parezca una gilipollez, es algo muy importante para estar al día. Hoy, era una noticia sobre un cable submarino de fibra que va a unir España y las Canarias, creo recordar. Aquí, para los curiosos, aquí os pongo la noticia, aunque no es la misma que hemos leído en clase. Esta es más breve, para los vagos: http://www.fibraopticahoy.com/cable-submarino-de-fibra-que-unira-las-islas-canarias-y-la-peninsula-iberica/

La discusión ha derivado en los primeros cables submarinos. El primero, el telegráfico. Algo increíble en su tiempo, en los años 50. Un cable de Cobre desde América a Europa, para mi algo sobrehumano sólo de imaginarlo. Pensarlo bien, cuántas veces se rompería el cable y cuántos intentos tuvieron que hacer (y os aseguro que muchos); incluso, por supuesto, hubo muertes. De hecho, la instalación del primer cable telegráfico submarino se ha igualado a la hazaña de llegar a la Luna.



Lo que me parece muy... Extraño, aunque entendible; es que los cables submarinos, una vez que se instalan no se quitan. Es decir, los cables tienen una vida de duración y cuando resultan inutilizables ahí se dejan, en el fondo marino. Y me pregunto: ¿eso no será malo a largo plazo? Investigaré sobre ello. Tener en cuenta que instalar el cable submarino que os hablo desde la Península hasta las Canarias costará 70 millones de euros, si es que se hace. Para que os hagáis una idea, quitar los cables cuesta lo mismo o incluso más. Por eso digo que es entendible, pero me pregunto si esos cables que no se quitan habrá un día que nos lamentemos.


Y como conclusión: saber que el profesor que tengo delante tiene un trozo del primer cable telefónico submarino me parece algo flipante. Y recalco FLI-PAN-TE.


Aquí termina mi entrada demostración de lo que se está convirtiendo en mi pasión.
Gracias por leerlo, yo también te quiero.

1 comentario: