miércoles, 5 de mayo de 2010

Cartas desde los últimos resquicios de paciencia














Dear baby.

He estado pensando últimamente en escribirte porque te echo de menos, aunque en realidad te aborrezco. Verás, es que tu echar de menos intermitente me saca de quicio.


Las sex dolls están para que folles con ellas como objetos o follar con ellas cuando echas de menos a una mujer a tu lado, y ya que no eres hombre suficiente, gustosamente te regalaré una sex doll. Así no tienes que molestar tanto con el teléfono. Me alegro que hayas encontrado mi número, o espera… No, no lo hago.


Honey, me alegra tanto que abras los ojos cuando tienes dos tetas delante. Aunque sería mejor que intentases abrirlos también en otras ocasiones, ya sabes, cuando no tengas ningún cosquilleo dentro de tus pantalones. Te ahorrarás quedar mal cuando piropees un conjunto, un peinado o cualquier otro detalle que hacía meses que existía. Consejo de mujer.


Volver a perseguir algo que fue tuyo y lo echaste a patadas no queda precisamente de caballero. Disculparte y dejar vivir, sí lo es. Y volver con las mismas tretas de conquista hacia alguien que quedó escarmentada de ellas es de ignorantes. Pero disfrutaré de la ignorancia.



Cuidate, pero lejos de mí.

1 comentario:

  1. Me ha encantado tu forma de describirlo... Pero siento que el tema sea difícil porque las dos sabemos que yo sé que lo es :(

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