Y me he puesto a pensar cuando, en las relaciones, hace falta tiempo. Ya sabéis, Necesito tiempo para pensar o Necesito que me des tiempo o Loquesea.
Odio esa frase, casi tanto o más como la de Necesitamos hablar. Me parece ya una sentencia de muerte a la relación. Y ojo, me odio a mi misma por haber tenido que utilizar esa frase alguna vez; aparte de sentirme mal por ello.
No creo en las frases reclamatorias de tiempo. ¿Por qué? En las relaciones, el otro día dije que hace falta ser valiente y seguro de ti mismo y el por qué de ello (aparte de ser totalmente lógico) es por las situaciones a las que os refiero. Ya sea por falta de confianza en uno mismo o por dejadez, terminamos pediendo tiempo o que nos pidan tiempo. Y no me interpretéis mal, hay veces que se puede necesitar tiempo para pensar, pero no para pensar si te quiero o si te echo de menos. No, para eso, para ninguna de esas cosas necesitas tiempo. O lo sabes o no. Blanco o negro. Y la mayoría de las veces, las excusas para pedir tiempo son esas.
Tampoco creo mucho en la gente que pide tiempo porque se enfada con la pareja, entra dentro del grupo de orgullosos. Tienes derecho a enfadarte, a hablar las cosas, a pedir tiempo porque estas enfadado pero vamos, admítelo, siendo orgulloso nunca, nunca vas a saber perdonar.
Luego están los que creen que su pareja tiene la culpa de todo.
Y un largo etcétera. Y todo amor y toda amistad algo tienen en común.
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