¿Qué alivio nos queda y a quién podemos o deberíamos culpar si al final los daños que nos han hecho alguna vez los haremos a otras personas en el futuro, queramos o no, con mayor o menor intensidad?
Diente por diente.
El maravilloso ser humano se sigue tropezando cientos de veces con la misma piedra y no aprende que no es que haya más piedras por tropezar, es que hay flores por recoger y mantener para siempre. El sentimiento de propiedad es el que hace insistir y el sentimiento de algo mejor lo que hace que nos liberemos.
Pero como todo vuelve, alguna vez en la vida; aunque no lo creas, siempre algo vuelve, es en ése entonces donde el maravilloso ser humano debe mostrar que sabe cómo seguir adelante y no atascarse.
De nuevo tengo que dar las gracias a Chris por inspirarme.
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