Recuerda todos aquellos momentos que te hizo pasar, nunca olvides que te dejó sin fuerzas. Tampoco olvides su desprecio, ni su no aprecio ni tampoco su corazón frío.
Sus promesas, sus palabras, recuerda todo eso y recuerda que era mentira.
Recuerda que tú también puedes hacer daño, y hazlo.
Llenate de rabia. Lo necesitas, se lo merece.
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