Resulta muy extraño, que los sucesos mas terribles de la vida que tienen un final feliz resultan los más olvidadizos. Aunque no sería extraño, pero lo es; y más si son cosas que hacen tambalear toda una vida. Todo lo que ha sido, lo que es, lo que será, que la condicionan desde un mismo instante y hasta que la muerte te viene a visitar.
Al final, para meses después mirar atrás y pensar: "¿Realmente pasó? Parece un sueño". Porque aunque hay finales felices, los medios de llegar a ese final afectan y afectarán siempre; pese a no se sufrirlos a diario.
Lo positivo de toda esta pantomina inventada 21 siglos atrás y muchos más, es que siempre hay razones. Las más estúpidas, las más pequeñas, las más sin sentido y las más banales. Una playa, una brisa, una niña de 2 años y medio, bromas sin sentido... O una compra de 100 euros.
La vida es bella, pero muy infantil.
Totalmente de acuerdo :P
ResponderEliminarno me entero de na :(
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